Ellos mejor que nadie saben ya lo importante que es preparar la tierra para que nuestras plantas agarren bien. ¡Hay que moverla bien para que se airee! Afortunadamente contamos con buenos utensilios que nos ayuda en estas labores.
La calidad de nuestros productos de la huerta dependerá en gran parte de la calidad de nuestra tierra de cultivo.
¿Y que tiene que tener esa tierra para que sea de buena calidad?
Pues de la cantidad de materia orgánica que contenga, del PH y de su textura y estructura.
Sabemos si hay gran cantidad de materia orgánica y de calidad si nuestra tierra es muy oscura. ¡Ese es el truco! Cuanto más oscura, más rica en materia orgánica. Pero eso no se arregla echándole colorante negro, no. Necesita que tenga microorganismos, gusanos, hongos, que aunque parezcan que son malos, ¡todo lo contrario! ayudan a que la tierra convierta la materia orgánica en ricos y nutritivos nutrientes para nuestras plantas.
El PH tiene que estar entre 5,5 y 7 y para comprobarlo usaremos un medidor. Si no está en esos valores tendremos que usar unos trucos para modificarlos.
Y por último la estructura. Dependiendo del tipo de tierra que tengamos, si es más o menos porosa, por ejemplo, absorberá mejor o peor el agua y los nutrientes que echemos. Nosotros hemos hecho un poco de trampa y hemos encargado en la floristería del pueblo unos cuantos paquetes de tierra buena que ayuda a que la nuestra sea mejor.
Pero no nos podemos conformar solo con eso. La tierra hay que mantenerla, hay también que cuidarla y ayudarla para que se convierta en un maravilloso sustrato para nuestras plantas y por eso es importante ayudarla echándole un buen compost que conseguirá que nuestra tierra contenga todas esas buenas características pero de eso... hablaremos otro día.
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